martes, 24 de mayo de 2011

SEXO, MENTIRAS Y VIDEO, (1989), de Steven Soderbergh.

Con estudios y mucha pràctica al laborar para amigos y extraños, Steven Soderbergh realizò en 1989 "Sexo , Mentiras y Video",hacièndose conocido con la Palma de Oro que la cinta ganò en el Festival de Cannes . La posterior nominaciòn del film al Oscar como Mejor Pelìcula , afianzò su popularidad. Pero Soderbergh , segùn parece , no se dejaba seducir fàcilmente por el sistema: En 1991 filma lejos de Hollywood (en Praga, Checoslovaquia) : "Kafka"en blanco y negro y protagonizada por Jeremy Irons. En 1993 acomete "El Rey de la Montaña" , que cuenta las vicisitudes de un niño en la època de la depresiòn econòmica norteamericana (en los años 30) que lucha por no ser desalojado del hotel donve vivìa solò ya que su familia salia a buscar trabajo.


El guiòn de "Sexo..." le pertenece y segùn contò escribiò el primer bosquejo en un viaje por carretera desde Baton Rouge, su ciudad natal, hasta los Angeles. Soderbergh no oculta su identificaciòn emocional al decir, en una entrevista concedida a American Film: " ... Esta pelìcula fue una especie de acto de contricciòn por una relaciòn en la que me conduje miserablemente, estaba mintiendo, manipulaba en muchos modos, era igual a John (el abogado del film)y finalmente decidì que sì no paraba y trataba de corregir mi vida, estaba camino a convertirme en un mentiroso patològico".

John (Peter Gallagher) viendo en Tv a su mujer.

El tema del rompimiento matrimonial no es nuevo, probablemente el cine europeo sea el que mejor lo represente . En "Sexo..." , Soderbergh demuestra una buena asimilaciòn de la escuela europea que se distingue por plantear historias intimistas, lejos de la espectacularidad yanqui. Aunque renuncia a efectismos para atrapar al espectador , la pelìcula no aburre por una hàbil ubicaciòn de hechos que poco a poco nos van inmiscuyendo en ese declive de la pareja yuppie. Ellos no solamente mienten sino que entran en un juego de sustituciones. Ann (Andie MacDowell) sustituye el coito marital , del que està frustrada, por una entrega a la limpieza hogareña de forma obsesiva y ansiosa, y precisamente es este trabajo el que inicia su liberaciòn.

Ann (Andie Mac Dowell)

John (Peter Gallagher) su esposo, al no poseerla, se acuesta con su cuñada Cinthia (Laura San Giacomo), la cual parece redescubrirse despuès de masturbarse frente a la càmara de video y revolcarse intensamente con èl, Graham (James Spader) es un mentiroso e impotente confeso que paga su "pecado" dejando la còpula por la grabaciòn de mujeres que hablan de su sexualidad. Segùn la cinta el romanticismo ha muerto y el amor ya no sirve para hacer màs llevadera la vida, sino que la complica, desmoronàndose la instituciòn familiar y abrièndose paso la necesidad vaginal , la que , llegado el momento, no complementa del todo las expectativas. La doble moral que en apariencia se denuncia, no es nueva hoy en dìa, pero si es poco comùn la manera de narrar en un cineasta de los 80 (etapa reaganiana y videoclipera) , el andar de Soderbergh es pausado y reflexivo, se toma su tiempo, y no se excede.

Graham (James Spader)

Otro punto alto es el valor introspectivo de la historia. Como si el lente de la càmara fuera un microscopio, observamos al cuarteto en toda su dimensiòn: Sus movimientos, idas ,venidas, apareamientos, deslices, y pormenores de una vida frustrante y para nada deseable. Existe una distancia entre el espectador y lo que vè, porque los personajes son decadentes y la clase media, sector al cual se dirige , es un estrato deprimido y obviamente no busca verse reflejado. Para Soderbergh la mujer debe ser fuerte pero sin ingenuidad, por esa razòn ubica los extremos: Ann y Cinthia son como agua y aceite. La primera, a pesar del engaño , es noble. En cambio la segunda es liberal, arriesgada y no se hace "paltas" pues como viuda negra deshecha al macho y admite saber manejar a los hombres que visitan su bar.

John y Ann, el matrimonio fracasado.

La energìa que le pone Andie Mac Dowell a los pocos momentos de furia que tiene, es superior a la de John , en apariencia un profesional con futuro social, pero en el fondo un caradura que apuesta a perdedor. El catalizador del grupo , Graham , no es ni lo uno ni lo otro, su personaje es màs oscuro y su actitud calmada, es mostrada con planos largos que transmiten la sequedad, muy real por cierto , de un tipo que a nivel psicològico es autoconflictivo y al mismo tiempo irreverente pues choca con el pùblico pacato que ve declaraciones de mujeres frigìdas e insatisfechas. Por este trabajo realizado , Steven Soderbergh se planto en su momento como un terco independiente, màs adelante trabajando dentro del sistema hollywoodense demostrò que tambièn se pueden hacer obras estimables .

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