Pocos respiros para Katniss (Jennifer Lawrence) en esta segunda parte de su historia... Tras
regresar de los 74 Juegos del Hambre como vencedora junto a Peeta (Josh Hutcherson) se ve obligada a participar en el Tour de la Victoria, todo un reto que la llevará a tener auténticas
pesadillas al verse forzada a interpretar un papel que detesta. Sin embargo,
las cosas han cambiado, no todos los distritos se "han tragado" su
pantomima y muchos parecen empezar a vislumbrar una rebelión... que tratarán de
sofocar antes de que tome impulso, claro está.
Con un nivel de producción y vuelo narrativo mayores, esta segunda parte de Los
juegos del hambre ya ha establecido su fuerte condición de saga, con una
tercera y cuarta entregas ya definidas, más allá que las novelas publicadas
hasta el momento sean sólo tres. La escritora Suzanne Collins se introdujo hace
unos pocos años en este emprendimiento literario que le generó un gran suceso y
un rápido pedido de derechos para el cine. Historias futuristas desarrolladas
en un mundo distópico, ambientadas en un lugar irreal e indeseable, totalmente
alejado del concepto de utopía.
Con puntos de contacto que se presumen basados
en Battle Royale, libro y posterior film de origen japonés, y que aquí se
reiteran, Los juegos del hambre: En llamas revalida los puntos positivos
incluidos en el primer film. Aquél dirigido por Gary Ross, realizador de la
genial Amor a colores, que le imprimió cierta poética y sugerencia a la primera
parte, que en este caso el más experto en el género Francis Lawrence
(Constantine, Soy Leyenda) vuelca más al terreno del dinamismo, la acción y la
pura ciencia-ficción.
Lejos de una impronta juvenil augurada inicialmente,
estas aventuras no son para nada livianas ni mucho menos románticas, más allá
de la historia de amor entre los protagonistas, más relacionada con la tragedia
que con el idilio. Esta secuela está dividida claramente en dos partes, una
inicial en la que el itinerario de la ganadora del certamen anterior revelará
grupos rebeldes y conspiraciones contra el poder, y se verán buenas escenas de
masas y escenarios posapocalípticos; y una segunda con los juegos propiamente
dichos, aditadas con momentos de acción, dramatismo, sorpresas mortíferas e
incertidumbres en cuanto a lealtades y traiciones. Las actuaciones no se pueden
mensurar apropiadamente porque la distribuidora proyectó insólitamente a la
prensa una versión doblada, pero de todos modos la bella y talentosa Jennifer Lawrence
se luce, dentro un elenco mixto entre discretos intérpretes jóvenes y notables
consagrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario