Por: Gisella Gastiaburù Barthè. Secuela de La noche del demonio . Donde el director James Wan continùa con la historia de la poseìda familia Lambert y prosigue con los repetidos tópicos de las casas embrujadas y los fenómenos paranormales y que se transformó en la película de terror de bajo presupuesto más exitosa en lo que va del 2013. Wan -quien manifestó su intención de alejarse del terror por un tiempo- ya había sacudido la taquilla este año con El conjuro , el drama de otra familia que experimenta una serie de fenómenos extraños tras mudarse a una casa en las afueras de Rhode Island.
Otra vez una
familia, la misma del film original, con problemas en la nueva casa donde
habitan espiritus malignos los vuelven a acosar, solo que esta vez las pobres
victimas parecen tener la clave de por qué les sucede esto. La investigación de
los hechos paranormales conducen a un pasado no muy lejano, década del ochenta
mas precisamente; y obviamente, para hacer uso de un recurso que empieza agotar,
los investigadores se topan con reveladoras cintas de vhs hogareñas. Patrick
Wilson ya es un abonado a estas historias y se mueve con comodidad; aporta lo
suyo, estoico y de forma convincente. Lamentablemente el tedio domina la trama
y poco se salva de un film que no aporta absolutamente nada al género y tiene
destinado la intrascendencia. La noche del demonio 2 es una oda a
todo lo visto en el género y con las contradicciones clásicas que se plantea
una película como esta: el espectador se asusta y lo disfruta, pero al mismo
tiempo se queja de que el film carece de originalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario