martes, 2 de septiembre de 2014

18º Festival de Cine de Lima: 8º Filmocorto - 1º Parte.

Por: Cèsar Pereyra Ravello.

El alemán, de Pedro Alexander Pineda Ramal. El director trabaja el montaje paralelo para concertar un encuentro entre un anciano que recuerda a su esposa muerta y una mujer mayor que busca a su hijo. Al darse la relación entre ellos no logra mantener un equilibrio narrativo entre ambos,porque pesa màs la nostalgia del viejo que la de su acompañante la cual màs parece una sombra deambulando . Hay un cuidado esmerado en la fotografía  blanco y negro y escenografía y hasta ahì nomàs llega.

Cuenta hasta cinco, de Christian Vinces. Realizador peruano residente en los EE.UU, contando una historia delincuencial y amorosa entre un ladròn de poca monta y una drogadicta. Por momentos visualmente atractiva con atmòsfera opresiva y sucia pero previsible en su historia.

D`generaciones, de Cristian Cancho. Plano secuencia en donde varias parejas ubicadas de forma separada en un parque conversan , discuten sobre sus relaciones desde su etapa inicial hasta post-matrimonial. Ya el director independiente Eduardo Quispe Alarcòn lo había hecho , creo que en su película “3” , y en este sentido la de Cancho no es novedosa, pero si llega a mantener un ritmo apropiado para cada escena sintiéndose un producto final compensado pero falla en los actores que al no ser profesionales revelan un desnivel.



Edificio Central, de Diana Daf Collazos. Documental donde la directora visita el edificio donde vivió de niña y adolescente .Acierta en mostrar determinados espacios sobretodo vacios y que aunado a la correcta música utilizada transmiten ese sentimiento de nostalgia , soledad, fantasmal y  deterioro del inmueble donde residió. Es uno de los mejores trabajos del fimocorto 2014.

Fin del Mundo; de Antolìn Prieto. En este corto  el problema radica en que el director no ha podido concretar de forma correcta la atmòsfera que una situación tan trágica como el fin del mundo ameritaría. Ya que se nota claramente que es un lugar desahabitado en alguna playa costera, igualmente los 3 protagonistas màs parecen moçhileros pèrdidos  que personas de carne y hueso desesperadas ,angustiadas por sobrevivir en un medio hostil. La falta de dinero no debe ser excusa para justificar la ausencia de criterio y sobretodo sensibilidad cinematográfica. Prieto es un  inteligente asesor de documentales en los talleres que organiza docuperù, grupo del que forma parte, pero como director de ficción aùn le falta.

Kay Pacha, de Àlvaro Sarmiento Pagàn. Ficciòn con elementos de documental al retratar la pobre vida de dos niñas cuzqueñas que trabajan tomàndose fotos con turistas. El director ya tiene experiencia con documentales ecológicos y registrar fiestas folklóricas y con esta historia de alguna manera denuncia no solò el machismo sino también la explotación que atraviesan los màs pobres del país , sin descuidar el lado melodramático que se necesita para convencer que lo que las protagonistas pasan es real. Su dirección de actores es clásica, correcta,  y sensible.

Mamà Julia, de Juan Pablo Quichua Baldeòn. Documental. Este corto fue la  sorpresa en el filmocorto. En los 7 minutos que dura cuenta de forma precisa, exacta, concisa la vida de una anciana con limitaciones físicas (  tiene artrosis en las manos) pero sin embargo es luchadora y transmisora de conocimientos tradicionales y ancestrales. No se observa maniquea ni sensiblera sino màs bien puntual en su planteamiento . Su fotografía es profesional.


Microbùs, de Alejandro Small. Ya en su corto anterior “ Lizandro y el amor”, se nota su preferencia por las relaciones amorosas y/o de amistad entre jóvenes. Microbùs también està enmarcado en este esquema con la diferencia que el anterior recurría al sueño , la pesadilla, al recuerdo, para que el personaje haga un balance de su vida de pareja. En este los protagonistas viven en una realidad y conversan sobre su amistad e intereses personales. Es un film correcto porque presenta de forma adecuada el juego, la simpatía , camaradería de los chicos y visualmente atractivo utilizando para ello la iluminación callejera (postes de luz, reflectores de los autos transitando) para crear una atmòsfera inusual donde los jóvenes parecieran seres especiales por la frescura de sus diálogos y comportamiento. 

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