Por : Cèsar Pereyra Ravello.
Hasta hace unos dias tuve contacto con este señor Italiano (en la foto),que cada cierto tiempo me insistia en que le pase datos sobre cine regional peruano , en la medida de lo posible le informe sobre films del interior del pais, pero su insistencia ya me era molesta pidiendo màs y màs. Cuando le dije que no le informaria màs al respecto porque su intenciòn era clara para mi: Aprovecharse para su beneficio personal , se molestò conmigo y se hizo la victima . Indagando en internet encontre este articulo en el blog desaires.com , a cuidarse de este señor:
Datos de www.desaires.blogspot.com - 01-12-2013.
El Misterio de Antonio
A comienzos del 2010, recibí un curioso correo pidiéndome ayuda. Venía de parte de un italiano llamado Antonio Gragnaniello, quien decía ser un crítico que estaba trabajando en un proyecto soñado: una enciclopedia mundial de cine fantástico, cubriendo la cinematografía de países tan diversos como Vietnam, Filipinas y claro, Perú.
Dicho mensaje estaba escrito en un horroroso inglés masticado; parecía que lo habían redactado con Google Translate. Asumí que se trataba de una broma, uno de los tantos correos basura que uno recibe a diario, entre ofertas para aumentar el tamaño del pene o la posibilidad de ganarse un viaje todo pagado a las Bahamas.
Sin embargo, el mensaje estaba lo bastante informado como para no ser un simple chiste de algún hacker experto en spam con tiempo libre. Me pedía colaborar al ambicioso proyecto con críticas de películas peruanas; era una rebuscada lista que se concentraba en títulos del llamado “cine regional”, del cual yo sabía muy poco y que incluía a nombres como Palito Ortega o Flaviano Quispe. Como al final lo que todo escritor busca es un público, y por ese entonces estaba dando bote por la Universidad antes que Filmink viniera a sacarme del sopor para ofrecerme escribir para ellos, accedí con gusto.
Fueron dos mis contribuciones al dichoso libro: críticas a El Tunche de Nilo Inga – una suerte de Viernes 13 charapa – y a Milagroso Udilberto Vásquez de Héctor Marreros, un drama de telenovela donde se largaban a llorar en todas las escenas. Y todo porque había logrado verlas anteriormente, por esos designios de la naturaleza inexplicables. Las redacté rápido y sin pensar demasiado.
Antonio quedó encantado: me envío una lista aún más extensa, pidiendo más críticas. Los títulos eran cada vez más desconocidos, y casi imposibles de conseguir al otro lado del mundo; ni siquiera los Torrents fueron de ayuda, tenía más chance de encontrar el Santo Grial, así que tuve que alejarme del proyecto.
Luego de eso, no supe más; llegué a pensar que al final sí se había tratado de una broma , que el tal Antonio no existía y menos su libro y sin más, olvidé el tema. Pero me quedé con las ganas de resolver el misterio y al final pude comprobar que el crítico italiano no sólo existe – sino que parece se ha vuelto un personaje infame en la Internet.
Varios críticos y cinéfilos a nivel mundial – de Pakistán, Estados Unidos, Filipinas, Haiti, Cambodia, Islandia – afirman haber sido contactados por Antonio, quien les hizo el mismo pedido: críticas de películas rebuscadas para una enciclopedia que al parecer ya redondeaba los 7000 títulos. Lo califican además de un tipo dificil, de mal genio, manipulador y sencillamente, loco: un tipo que según algunos sólo busca hacerse de cintas y cassettes a costa de otros. Aún me queda la duda de que si es real o no. Si no fuese porque algunos artículos suyos – de una publicación llamada Shock Cinema – aparecen citados por ahí, seguiría jurando que todos hemos caído en una broma.
Del libro no se sabe nada; he encontrado dos títulos posibles pero ninguna referencia. Un artículo de enero del 2009 da su fecha de futura publicación como Abril del mismo año, cosa que nunca pasó; y hay algunos que han estado tratando con la insistencia enfermiza de Antonio desde el 2003. Tal parece que el dichoso libro lleva más de una década siendo trabajado, sin nunca salir a la luz. Dan ganas de calzarse la gorra de detective e ir en su búsqueda, como Johnny Depp en La Última Puerta, pero que ojalá sin encontrarse con una secta y el mismísimo Satanás.
Sólo sé que hay dos críticas mías flotando por el ciberespacio sin encontrar un hogar. Es todo un misterio digno de Misterios sin Resolver; hay que llamar a Robert Stack.
No hay comentarios:
Publicar un comentario