F.A.C: Carlos cuéntanos sobre tu trayectoria?
C.M.T: Soy comunicador social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y estudie cine en la escuela de Armando Robles Godoy, justamente de ahí te conozco (Risas) De ahí trabaje en la ONG Calandria unos 10 años, donde pude aplicar un poco lo que aprendimos en la escuela de cine; en Calandria hice ficción educativa, sobretodo a partir de los años 90 que tuvo mucho auge en América Latina trabajando sobre todo en video. De ahí, empezando este siglo fui a trabajar a la empresa TeleAndes de Fernando Valdivia, ahí estuvimos haciendo documentales ambientales recorriendo el país, de cabo a rabo prácticamente.
F.A.C: Tu labor era guionista, productor?
C.M.T: Hacíamos de todo, producción, dirección, en varias ocasiones hicimos los guiones de estos documentales que duraban entre 10 y 15 minutos. Eran documentales ecológicos que se basaban en proyectos que se venían desarrollando en diferentes partes del país. De ahí me fui a Tingo María, ahí hice una radionovela sobre el tema del desarrollo alternativo y en ese proceso me reencontré con mi tierra, soy tingalés, amazónico, y a partir de ahí toda mi intención ha sido desarrollar algún tipo de propuesta cinematográfica en la Amazonía. Es así que, gracias a un proyecto de desarrollo social, me fui a vivir a Pucallpa, hice algunas amistades y con ellos hemos empezado a emprender buena parte de mis proyectos cinematográficos, hasta la fecha.
C.M.T: Esta es una experiencia que surge a partir del encuentro con unos amigos en Pucallpa, en especial con Fernando y Katty Quio - mi productora de Cayumba Cine- quienes empezaron a hacer allá una serie de actividades relacionadas a la difusión cinematográfica. Ellos lanzaron los Jueves de Cine Amazónico, con el propósito de pasar películas y documentales que hablaran de nuestra Amazonia, sobre los problemas que la afectan, sobre la cultura amazónica; la intención fue crear un espacio de cine, pero también de “conversa”, donde la gente pudiera opinar sobre esos temas que abordan las películas. Es en el 2011 que me uno a esta iniciativa, y a partir de allí se empieza a generar esta idea de crear una Escuela porque muchos de los que iban a ver las películas tenían un interés particular de hacer cine. Entonces la Escuela surge de nuestro interés en ayudar a la región y a sus cineastas a capacitarse en producción cinematográfica para que cuenten sus propias historias.
La Escuela ya tiene 3 años de formada, empezó sus actividades el 2014 con un taller de documentales de un mes, pero que en la práctica se alargó a 3 meses más, por la asesoría y acompañamiento que se realizó a los chicos que empezaron a hacer sus documentales. El taller convocó a gente de otras ciudades de la Amazonia como Iquitos, Puerto Maldonado, llegó gente de Brasil, de Suiza, Bolivia.
De esta primera experiencia se formaron alrededor de 30 chicos y se realizaron 3 cortos documentales de 15 minutos de promedio cada uno.
C.M.T: Claro, cuando hablamos de cine siempre hay que hablar de todo. En este caso como se trataba de cine documental, hemos visto cine desde Dziga Vertov, hasta Robert Flaherty y también pues con el documental actual, reconociendo el cine amazónico de comienzos de siglo con Antonio Wong en Iquitos, el cine de Silvino Santos, impulsado por el rey del caucho Arana, y analizando por ejemplo lo paradójica que es la vida, ¿no? Arana estaba acusado de ser un violador de derechos humanos en la época del caucho y fue quien le pagó a Silvino Santos para que hiciera toda una cobertura cinematográfica en los pueblos indígenas sometidos por él, convirtiéndose así en el primer productor cinematográfico de la Amazonía. Nos hemos inspirado disfrutando el cine de uno de los realizadores brasileños más importantes de la actualidad como es Vincent Carelli. Entre los documentalistas peruanos, el imprescindible Gianfranco Anichini que hizo documentales en la Amazonía, Javier Corcuera, Tito Cabellos... y otros tantos del cine mundial.
F.A.C: Las clases en la Escuela han sido diarias, inter diarias?
C.M.T: Diarias las dos primeras semanas inter diarias las dos siguientes. Nosotros todavía trabajamos bajo la dinámica de talleres de un mes de duración como máximo, pero no son talleres sueltos ni desarticulados, sino van amarrados entre sí y terminan a fin de año con un producto particular. Por ejemplo este año hemos empezado con dirección de fotografía para cine, guión de cortometrajes, dirección de actores, de ahí empalmamos con los talleres de producción de cortometrajes de ficción y documental, le sigue el taller de postproducción, que culmina con la presentación pública de los productos, ficciones y documentales. En uno o dos años más, esperamos funcionar ya como una escuela realmente, con el curso regular de 3 años, 2 años de especialidad, talleres de especialización y actualización, y estará dirigida no solo a los cineastas amazónicos de nuestro país sino tendrá carácter internacional, ese es nuestro sueño.
F.A.C: Supongo que los alumnos son gente de bajos recursos, estos talleres son auspiciados por alguna entidad o son pagados por los alumnos?
C.M.T: Nuestro 1ª taller de cortos documentales amazónicos se financió gracias al Fondo Socio Ambiental Casa que es un fondo brasilero y a The Nature Conservancy, que es una institución que ve el tema de conservación del ambiente. También nos apoyaron la Municipalidad Provincial de Coronel Portillo, quienes nos brindaron las aulas para las clases. TeleAndes y Cayumba pusieron equipos y personal. A nosotros nos interesa que esto tenga sostenibilidad, por eso insistimos mucho en que los chicos tengan por lo menos una cámara, hasta de un celular, porque la idea es que ellos desde el principio empiecen a utilizar la herramienta, cualquiera sea ella, y que experimenten y trabajen con ella. Ya en el camino, ellos empezarán a responder a sus propias necesidades, y dependiendo de lo que quieran contar, adquirirán la herramienta más adecuada.
Por eso, también se les enseña a gestionar. El taller es un buen espacio para que se conozcan y se relacionen y formen grupos, de lo que se trata es de generar esta movida del cine en Ucayali, y desde los propios jóvenes y con la filosofía de la minka audiovisual. La característica del participante de la Escuela es muy diversa, vas a encontrar chicos de muy bajos recursos, por ejemplo en el primer taller asistieron jóvenes de diferentes etnias: Shipibos, Awajun, ambos de la Universidad Intercultural de la Amazonia de Pucallpa, pero también encontrarás algunos profesionales: periodistas, contadores, economistas, que empiezan a valorar el trabajo del otro y a apoyarse entre sí.
Y es ahí donde empiezan a crearse las redes, si el chico que no tiene recursos quiere hacer algo interesante y el chico que trabaja o estudia le puede ayudar ¡Bacán, no?. Ya estas creando allí sinergias importantes para la producción cinematográfica. En suma, es una escuela abierta a quienes realmente desean hacer cine.
F.A.C: Entonces la edad promedio es entre 15 y 20 años?
C.M.T: Hay chicos de 35, 40 años, de 18, 19 años, la media está en 24, 25 años, por ahí están.
(N.R. La Escuela de Cine Amazónico de Pucallpa se hizo acreedora a una de las ayudas del Ministerio de Cultura en el Concurso Nacional de Proyectos de Gestión Cultural para el Cine y el Audiovisual de 2015, apoyo con el que ha seguido brindando talleres de formación cinematográfica en documental y ficción)
F.A.C: Se ha tenido la idea de implantar un cine club en Pucallpa?
C.M.T: Los Jueves de Cine Amazónico, impulsados por Valdivia y Quío es un poco eso. Todos los jueves se pasan películas que tienen que ver un poco con la Amazonía y el cuidado de la Naturaleza y el Ambiente. Pasamos películas de Miyasaki, de Herzog.
Tengo una iniciativa personal, cuando estoy allá, activo el Club del Cinéfilo Antojado, que empieza cuando me levanto un día y pienso: ¿Qué película me gustaría ver hoy? y es así como funciona, es una cosa muy libre, y lo anuncio en el Facebook, y los chicos que se animan vienen a mi casa y vemos la película, conversamos, comemos, tomamos, el antojo nos lleva a veces a ver otra película y así, pasamos un buen rato alrededor del cine.
C.M.T: “Mapacho” es un triángulo amoroso, entre un joven motocarrista bueno para nada y Marcia, su pareja transexual, una peinadora famosa. Están atravesando una etapa crítica en su relación, Marcia está muy enamorado de él y éste no está seguro si es amor lo que siente por la “trans”. Hasta que aparece una amiga de la infancia de Mapacho, y surge entre ellos el amor. Y entonces la trama se complica y todo parece tener como derrotero el dolor y la tragedia.
La historia surge a partir de mi estancia en Pucallpa entre el 2005 y 2008, cuando estuve trabajando en un proyecto de salud y me pidieron que hiciera una campaña de comunicación para uso del condón en población de riesgo. Averigüé quiénes pertenecían a esa población de riesgo y me dijeron que un grupo eran los “HSH” y ¿Qué es eso? Pues son los “hombres que tienen sexo con hombres”, HSH. En el sector salud así es como denominan a la comunidad LGTBI, entonces, empecé a acercarme a ellos, a hacer grupos focales, a conversar sobre sus vidas y así fue como conocí muchas historias interesantísimas, especialmente de las “trans”, historias que tenían que ver sobre todo con sus decepciones amorosas, de su búsqueda del amor eterno, que también “ellas” desean.
Mientras las escuchaba, pensaba en la importancia de hacer una película que hable de estos sentimientos y sea una ventana por donde mirar de manera comprensiva, humana y tolerante el mundo LGTBI, en particular el mundo “trans” en nuestro país. Y es así como nace esta película, Mapacho, mi opera prima.
F.A.C: Mapacho es el ápodo de unos de los personajes?
C.M.T: Es el ápodo del chico motocarrista. En realidad es un término eufemístico para no usar el término más despectivo con el cual se refieren a las parejas de las trans en Pucallpa. Mapacho es el cigarrillo de tabaco negro hecho artesanalmente, pero también se refiere a la ropa sucia, ajada o que ya tienen mucho tiempo de ser usada. Ambas acepciones valen también para definir un poco al personaje de la película.
F.A.C: Y a partir de cuando comenzarás el rodaje?
C.M.T: La idea es que en este tiempo que queda del año (2015), seguir insistiendo en conseguir fondos. Ahorita el fondo de DAFO nos está ayudando a cubrir un 40% de la película. Lo que falta, queremos conseguirlo aplicando a fondos internacionales, lo cual haremos este año y parte del próximo año (2016) y si todo nos va bien, esperamos filmar en setiembre u octubre del 2016. Hemos avanzado mucho en el casting, hemos hecho cerca de 120 pruebas con gente de Pucallpa; han participado desde actores de teatro hasta gente que nunca ha actuado pero que tienen habilidades y talentos.
(N.R. En enero de este año, los productores de Mapacho hicieron una pre selección de actores y los metieron a un taller con Ina Mayushín quien ayudó a elegir a los que finalmente encarnarán a los personajes de la película. Marín está muy contento con la selección de los actores locales y más aún al saber que se ha unido al elenco el talentoso actor peruano que triunfa en el extranjero, Cristhian Esquivel)
F.A.C. En cuánto calculas el costo de la película?
C.M.T: Nuestro presupuesto está entre 900 mil y 1 millón de soles. Pero para avanzar el rodaje y parte de la edición necesitaríamos conseguir la mitad de ese presupuesto, y luego para completar ya vendría el proceso de la postproducción e ir aplicando a fondos de post, que es el camino recorrido por otros cineastas también.
F.A.C. Entonces la idea es que acceda a la cartelera comercial y no se quede en video digital?
C.M.T. La verdad que si. Nuestra aspiración es que la película se haga en cinematografía digital y se pueda ver en cualquier escenario del Perú y el mundo. No queremos limitar su difusión a un ámbito local solamente, queremos que se exhiba en cine comercial. Y también que participe en festivales y foros.
F.A.C. El guión lo hiciste tú?
C.M.T: Sí, yo he trabajado el guión; igual tengo mis asesores para que la historia quede bien cuajadita. Ahorita estoy rehaciendo el guión a partir de la validación del guión realizada por parte de trans de Pucallpa que han leído la historia y me han propuesto algunos ajustes. A esto se suma la selección de los actores que encarnarán a los personajes, cuyas particularidades físicas y de carácter han generado ajustes en los personajes del guión. Yo espero tener una 3ª versión lo más pronto posible y estar más que contento para empezar a filmar con tranquilidad.
F.A.C: Al tener gran experiencia en documentales , de repente le darás un tratamiento de docuficción?
C.M.T: Mucha gente me lo ha preguntado: ¿Por qué, si es un mundo que tu no conoces, te arriesgas a hacer una película de ficción, en vez de hacer un documental donde sean ellas, las trans que hablen de sus propias emociones? Pienso que no solo es un riesgo, también es un reto personal que me he propuesto para contar esta historia. La quiero contar en ficción –con algún tipo de tratamiento documental, sí, pero sin exagerar- y creo que me he rodeado de las personas indicadas para hacerlo, sobretodo en esta etapa previa del rodaje, donde he conocido y me hecho amigo de excelentes personas como son por ejemplo, las propias trans que encarnarán los personajes de la película. Creo que Mapacho es una historia bien anclada a la realidad y se contará desde adentro, es la virtud de esta película, se proyecta desde el propio mundo trans que muchos no conocen.
Entrevista realizada el 31de julio de 2015 en San Isidro.
Edición de César Pereyra Ravello. Fotos Facebook: Carlos Marin Tello
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