En el nuevo Hollywood muchos veteranos aciertan
a sobrevivir. Aunque Paul Newman sòlo cuenta con 46 años de edad y alcanza
escasamente las 30 pelìculas como actor, la explosiva renovación de cuadros en
los últimos 10 años de Hollywood lo colocanya en una categoría de veteranìa,
junto a otras estrellas de su generación como Jerry Lewis , Tony Curtis,
Marlon Brando, Charlton Heston y Rock Hudson. Newman se inclina con el tiempo
a tomar màs responsabilidades en la industria debutando en 1968 con “Rachel,
Rachel” , como director (ver crìtica a este film en Hablemos de Cine Nº 46) y
haciendo en WUSA de productor.
Y
mirando panoràmicamente su trabajo global en el cine americano se puede
arriesgar desde ahora una opinión en el
sentido de que si Newman persiste en la direcciòn que parece haber
elegido, tendremos en los próximos años la afirmación de una mentalidad
conciente y sensible, heredera de las mejores tradiciones del liberalismo
americano (recordemos de paso que Newman hizo decidida campaña proselitista a
favor de McCarthy , el candidato democràta màs liberal en las elecciones que
ganara Nixon) y también continuadora del desgarramiento individualista y lìrico
de lo que dio en llamarse “La generación pèrdida” del cine norteamericano.
La
filmografìa de Newman actor es muy indicativa al respecto; films como “El
temerario” (The Left-handed gun, 1958, Arthur Penn), “El gato sobre el tejado
caliente” (Cat on a hot tin roof, 1958, Richard Brooks), “El Audaz” (The
hustler, 1961, Robert Rossen), “El dulce pájaro de la juventud”(Sweet bird of
youth, 1962, Brooks), ·”Hud el indomable” ( Hud, 1963, Martin Ritt), “El blanco
móvil” (Harpèr, 1966, Smight), “ La leyenda del indomable” (Cool hand Luke,
1967, Rosemberg),” Butch Cassidy “
(Butch Cassidy and the Sundance Kid, 1969, George Roy Hill), y finalmente “El
corazòn lleva una Màscara” , inciden todos, pese a sus grandes diferencias de
estilo , en una mitología del desarraigo, asumida por el actor con una
brillantez de estilo que fluctúa entre el exhibicionismo complaciente y la
identificación profunda con sus personajes, logrando su expresión màs valida y
convincente, a mi modo de ver, en el film de Robert Rossen, donde Newman da la
imagen màs emocionante y verdadera del perdedor (looser), del vagabundo
individualista , del outsider, que toda su carrera no hace sino perseguir bajo
circunstancias històricas y ambientales diversas (1).
Si
en realidad he dado prioridad a Newman al otorgarle atención especial en el
párrafo inicial de la critica es porque creo que WUSA es un film de Paul Newman
, no solò porque él lo produzca y sea el protagonista central, sino porque
fundamentalmente aparece como un testimonio político personal al asumir la
historia una òptica moral y crìtica , traducida en la cuidadosa mostración del
funcionamiento del sistema al nivel de un grupo de poder en New Orleans ,
siempre en referencia al personaje que interpreta Newman , y abarcando un
abanico de respuestas tanto individuales como de grupo a la situación de base
que, se puede resumir , como el control que ejerce un capitalista de derecha
(ultraderecha , mejor) sobre la opinión pública, a través de una estación
radial , WUSA, y que persigue afianzar sus actividades económico-polìticas.
Pero
entonces ¿ Què rol juega en esta película Stuart Rosemberg? Me parece que la de
un fiel servidor de las ideas de Newman, no tanto en el sentido de que sea un
técnico contratado para expresar y transmitir las ideas del productor
(situación de Newman personaje respecto a su patrón), sino màs bien cumpliendo
una función de colaborador identificado con la visiòn a expresar, bien
dispuesto a colocar todo su talento cinematográfico (como realizador) al
servicio de una causa que hace suya, tal como lo revela la intensidad prestada
a momentos ideológicamente claves del film; aunque conviene subrayar que el
film demuestra que Rosemberg no es un autor y por no serlo no aporta a su
trabajo una òptica realmente personal e insustituible.
La pequeña y errante filmografìa de este director talentoso venido de la TV deberá crecer y madruar para dejar margen a una opinión definitiva sobre él. Es evidente que el buen funcionamiento de la pareja Rosemberg-Newman en “Cool band Luke” los llevò a juntarse nuevamente para WUSA, film que denota por segunda vez que a este realizador , buen director de actores por otro lado, no le importa dejar márgenes de lucimiento histriónico a su protagonista (proclive a ello) , porque fundamentalmente admira su tipo de actuación y el énfasis de èste se adecua a su forma de poner en escena.
El film es un mosaico donde se reúnen diversas posturas individuales frente a una situación general, el control del poder por un capitalista bien organizado , dispuesto a ganar cada dìa màs poder, astutamente infiltrado en el sistema de comunicación de la ciudad, y agresivamente derechista y conservador. (Izq: Stuart Rosemberg). Para que la situación pierda su localismo se hacen polarizaciones abarcadoras que involucren, por ejemplo, a los màs jóvenes, como el grupo de hippies, con lo que el film tiende a simplificar las cosas en exceso , pues resulta empobrecedor y falso esquematizar comportamientos grupales sin dedicarles al menos un análisis somero.
(*)Revista Hablemos de Cine nº 61-62, Setiembre, octubre, noviembre, diciembre 1971.
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