En el pueblo de Rodencia, vive Edam, un ratón campesino que tiene un
sueño en la vida: ser un gran mago. Para ello practica en el bosque las
enseñanzas que le ha inculcado su maestro Blue. Edam no es un ratón muy
hábil que digamos en el arte de la prestidigitación, y si sigue
poniéndole empeño es porque su amiga Brie lo alienta. Esta ratoncita
cree en las capacidades de él y le repite la importancia de que debe
creer en sí mismo y practicar una y otra vez sus trucos.
A Edam le da resultados el hecho de ejercitarse porque su truco de
invisibilidad le permite llegar hasta el rey de Rodencia y contarle que
ha descubierto un lugar oculto donde viven las ratas (enemigas de los
ratones). Estas se encuentran llevando a cabo un plan para atacar a todo
el poblado y apoderarse de sus riquezas, en especial de una que tiene
bien guardada el rey con su esposa. Sabiéndose que son más débiles que
las ratas, el líder de los ratones traza un plan para buscar el
fantástico “diente de la princesa”, que según cuenta la leyenda, es la
única forma que tienen para vencer a sus archi-adversarios.
Ese famoso “diente de la princesa” se encuentra entre los humanos,
los cuales son sinónimos de leyendas, mitos. ¿Existirán? Edam si lo cree
posible. El rey entonces arma un equipo para la expedición en busca de
dicha joya: elige al campesino Edam, al noble Roquefort y al comilón
guerrero Gruyere. Este es el inicio de un viaje que significa muchos
peligros y aventuras para los valientes ratoncitos.
“Rodencia y el Diente de la Princesa”, la nueva experiencia animada y dirigida por David Bisbano,
nos lleva por el mágico mundo de Rodencia. Un lugar entre las montañas
habitado por ratones que disfrutan del bosque, tienen viviendas rústicas
y andan siempre con un chullo en la cabeza. Es un lugar hermoso, de
caminos empedrados, del tipo de los que se encuentran en el Cuzco. Ahí
se desarrolla la historia de Edam, un inseguro campesino que poco a poco
va creyendo en sí mismo hasta convertirse en el gran héroe que clama
Rodencia. En otras palabras, una epopeya de autosuperación. La película
se deja ver y mantiene la atención de los niños, en todo caso los
personajes más divertidos son los de el glotón Roquefort y los dos
soldados argentinos (Muzarella y Provolone) que defienden el ejército de
los ratones y cuyas conversaciones son de lo más hilarantes.
(*) De : observandocine.com/rodencia-y-el-diente-de-la-princesa/
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