Día 6. Empezamos con:
" Reimon ",de Rodrigo Moreno (competencia
Argentina) Director de película tan interesante
como El custodio y Un mundo misterioso, Moreno
presenta (tras su estreno en Rotterdam) su film con mas ensayos estéticos a
todo nivel. El film narra la rutina cotidiana de Réimon (Marcela Días), una empleada
doméstica bonaerense que todos los días viaja en tren a la Capital para
trabajar por horas en distintas casas. Mientras ella limpia o cocina, los
dueños de uno de esos departamentos (leen y discuten El
Capital, de Karl Marx).Trata sutilmente la explotación del
proletariado, muy leve narrativamente, casi sin notarse a simple visión, pero que se cuestiona totalmente. Moreno
siempre narrando a su personaje de un modo de observación, logra sacar detalles
en plano del rostro de los personajes, nos repercute diferencialmente. Una
película intuitiva y pensante en toda su expresión.
"Ciencias Naturales " de Matías Lucchesi (competencia Argentina) Opera
Prima con varios galardones (el work in
Progress Primer Corte de ventanaSur, la sección Generation de la Berninale,
premios en Guadalajara, y ahora en Bafici). En realidad una historia
fantástica, que narra a Lila (Paula Hertzog) estupenda actuación una actriz
adolecente pero notable. Nos cuenta el conflicto interno que lleva la chica de
12 años que no sabe quién es su padre y tercamente se obsesiona por dar con su
paradero y saber de él, ya que solo tiene un metal que dice el nombre de la fábrica
donde el trabajo hace 12 años. Tras varios intentos de fuga del su escuela
rural en un pueblo de Córdova, solo será comprendida por la maestra (Paola
Barrientos) decide ser su cómplice en una especie de roadmovie, con cortes de
inocencia y humor, llega a buscar la verdad de su origen paternal. Es un film
tierno, sensible, un cuento de hadas hecho realidad sin llegar al dramatismo
contado de una forma natural con un grado de sensibilidad absoluta. (Fuerte candidata)
Òpera prima que une con humor e
inteligencia a tres personajes de Corea,
Taiwán y Bolivia radicados en Buenos Aires, con alguna falencia narrativa. La Salada es
una feria inmensa de consumo masivo, un mercado caótico, popular de matices,
nos une tres historias de personajes tan distintos como fascinantes por su
diversidad y dinámica interna. Yun Jin es una sensual bella joven
coreana, cuyo padre posee tres puestos en La Salada le ha arreglado un
casamiento con el hijo de un amigo. Ella en total desacuerdo inicia un romance
con un joven argentino. Huang es de origen taiwanés y trabaja por las noches en un puesto de venta de películas
piratas. Su madre, que vive en Taiwán, preocupada por su relación sentimental
desea que su hijo ya tenga una novia formal, pero su torpeza hacia el sexo
opuesto le es un problema difícil de afrontar.
Y la tercera y última historia es la de Bruno, un púber de 17 años boliviano a lado de su tío Kim y comenzará a buscar trabajo en lugares precarios, sin mucha suerte. Lo interesante de esta película es la fusión que muestra culturalmente de las tres tradiciones diversas que tienen que convivir en un país de rasgos italianos, con prejuicios que tienen sobre ellos y viceversa. Logrando un film étnico cultural con rasgos de ternura, al filmar las inseguridades, temores y contradicciones de los personajes, cae un poco en lo convencional, pero se deja ver.
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