sábado, 24 de noviembre de 2012

¿CÓMO SE MANEJA EL CINE EN EL PERÚ? U: ORCOS TOMAN EL MINISTERIO DE CULTURA

Por: Manuel Siles .(*)

Cuando la Ministra de Cultura, Susana Baca, nombró a Christian Wiener como Director General de Industrias Culturales y Artes de ese Ministerio, muchos pensamos que la situación del cine y el manejo que de éste se había hecho durante los últimos años podrían por fin cambiar. Quienes creemos que ese cambio es fundamental, abrigábamos la ilusión de que el flamante Gobierno no olvidaría ese importante aspecto para el desarrollo de la vida del país en la gran transformación anunciada. Discurso con el que llegó al poder.

Al inicio de su gestión el Sr. Wiener (Izq) anunció las líneas matrices que la conducirían: lograr que el Gobierno Central cumpliera la ley y entregara el presupuesto completo al cine; dar un porcentaje importante de éste para incentivar el cine regional; incluir el novísimo concurso de cine alternativo o experimental. Se propuso, y esto entusiasmó incluso a los que piensan que cualquier cambio es un intento de infamar sus trayectorias, sacar una nueva Ley de Cine que asegurara la provisión de dinero para la producción, la exhibición en igualdad de condiciones de las películas peruanas con las extranjeras, la recuperación de la Cinemateca, la difusión del lenguaje cinematográfico desde la escuela, el apoyo a talleres de formación cinematográfica descentralizados así como a los eventos cinematográficos de difusión de nuestro cine, entre otras cosas. Se propuso un manejo abierto, transparente e imparcial de los concursos, en donde todos tuvieran la misma oportunidad, y la comunidad cinematográfica no viviera dividida entre los que se llaman a sí mismos "cineastas de verdad" (agrupados en la APCP) y el resto.

Esto terminó con el entusiasmo de algunos. No podía ser de otra manera puesto que si un grupo piensa que solo él tiene la capacidad y la potestad de decidir quiénes son los verdaderos cineastas, que los recursos se destinen a autores que son mirados por encima del hombro, no puede sino parecerle un despilfarro de dinero que debería ser reservado al desarrollo y realización de proyectos de los cineastas de verdad, verbigracia, a sus propios proyectos. En este sentido la inclusión pasa por la autoridad de poder decidir quiénes merecen ser incluidos.

Es decir, se había decidido por parte de un grupo de cineastas cuál es la forma válida de hacer cine en el Perú y, sobre todo, cuál no puede ser. Pronto se dio la sorpresa de que algunos de los jurados sorteados para decidir los concursos eran desconocidos para la afortunada agremiación que se había beneficiado con ellos durante años. 
Esto causó, sobre todo, fastidio. Y comentarios como: "¿Y a ese quién lo conoce?" no se hicieron esperar en la red de parte de las a sí mismas consideradas vacas sagradas del cine peruano. Ni por un instante pensaron que la representatividad de la comunidad cinematográfica se ampliaba, haciéndose, por fin, verdaderamente inclusiva. Sobre todo considerando que sus propios candidatos seguían participando en la configuración de los jurados. Por supuesto, esos desconocidos resultaban ser ampliamente conocidos por el otro sector del cine peruano, que hasta la fecha no había sido tomado en cuenta. 

Los comentarios tildando a Wiener de radical proliferaron. Poco después se comprobó la radicalidad del nuevo Director General de Industrias Culturales y Artes. Fue a propósito del maltrato que las exhibidoras propinaron a la película "Las Malas Intenciones" de la directora Rosario García-Montero, práctica habitual durante la gestión de su antecesora del ex CONACINE, Rosa María Oliart. El Ministerio emitió un firme comunicado llamando al orden a las exhibidoras, apoyándose en la Ley vigente. En la reunión del Consejo Consultivo del Ministerio de Cultura, uno de los más iracundos críticos a Rosario García-Montero fue el representante de los Productores, Ricardo Velásquez (Izq), consejero vía la lista de la APCP.  

Un representante de los productores peruanos al lado de los exhibidores en contra de la producción nacional. Es importante destacar que la Ministra Susana Baca apoyó pública y decididamente al Director General de Industrias Culturales y Artes y a la Directora de Industrias Culturales, Carmen Rosa Vargas, así como a la realizadora.  Los escándalos se sucedieron: el cineasta independiente Raúl del Busto ganó el concurso de Post Producción frente a Alberto "Chicho" Durant. Inaceptable. ¿Quién es Raúl del Busto?(Izq), Un perfecto desconocido para la APCP y un cineasta apreciado entre los independientes de Lima, hasta entonces desterrados de los concursos. 

 ¿Y quién es Chicho Durant?(Izq). Un cineasta conocido por realizaciones consideradas por buena parte de la crítica como las peores películas peruanas de todos los tiempos.

Más tarde el director Francisco Lombardi no ganó ninguno de los varios premios de desarrollo de proyectos, que cayeron en cineastas desconocidos por la APCP. Esto, al interior de dicho gremio, fue considerado como una afrenta personal e hizo sonar todas las alarmas: Christian Wiener no solo era un hombre radical, sino peligroso.

No contentos con lo anterior, el Sr. Wiener y la Sra. Carmen Rosa Vargas suscribían la peregrina idea de que las normas deben de ser cumplidas por todos; (Izq: Francisco Lombardi ), por este motivo la documentalista Sonia Goldenberg no fue autorizada a participar del concurso de documentales 2012.


La Sra. Goldenberg (Izq) solicitó un documento de la Dirección de Industrias Culturales que declaraba que su trabajo "Siguiendo a Kina" había culminado el rodaje, para ser presentado al fondo IBERMEDIA y así recabar el dinero al que se había hecho acreedora. IBERMEDIA, tal como corresponde, le giró el monto comprometido. Pero frente al DIC sostenía que su película estaba por hacerse y que por tanto estaba habilitada para participar del concurso de proyectos, pese a que las Bases indicaban que no debía de haberse empezado a filmar. Solo cabe una de dos posibilidades: o su proyecto estaba rodado y no podía presentarse al concurso del DIC, o no lo estaba, en cuyo caso habría mentido a IBERMEDIA. Lo cierto es que envió una carta a uno de los jurados, en medio del proceso y en plenas deliberaciones, demandando que no se tomara ninguna decisión en el concurso hasta que su caso fuera "resuelto". Pero, ¿por qué pensaba que había algo que resolver?

Esto motivó una carta de la presidenta del jurado, Marta Andreu (Izq), informando de la situación a la Directora de Industrias Culturales. La Sra. Goldenberg, según parece, amenaza con querellar a Christian Wiener y a Carmen Rosa Vargas por impedirle participar en un concurso cuyas normas le impedían participar (y, según me dicen, a aquel que se atreva a hacer un comentario al respecto).

Quién sabe extrañe recientes épocas de ensueño: el documentalista Javier Corcuera pasó por una situación similar: también solicitó y obtuvo una carta de la oficina correspondiente que informara a IBERMEDIA que su premiado trabajo "Sonidos profundos" ya había sido rodado, y luego de esto se presentó al concurso nacional de documentales. Al igual que Goldenberg, estaba prohibido según las Bases de participar. Pero, claro, eran los buenos viejos tiempos.


Rosa María Oliart lo autorizó a concursar, ganó, y luego la Presidenta de CONACINE apareció como directora de sonido en los créditos. (Izq: Javier Corcuera). Como se sabe, la Ley de Incompatibilidades y Responsabilidades del Personal del Empleo Público dice lo siguiente en el Título II:



"4.3. El ejercicio de los altos cargos es incompatible también con las actividades privadas siguientes: 
4.3.1. Respecto de las empresas e instituciones privadas comprendidas en el ámbito específico de su función pública o encargo específico, sobre las cuales la entidad tenga competencia funcional directa o que tramiten causas ante la entidad, durante el tiempo en que se ejerce el cargo:
4.3.1.1. Prestar servicios por sí o mediante terceros a éstas bajo cualquier modalidad.

La incompatibilidad se extiende hasta un año posterior al cese o a la culminación de la función o encargo." Como se ve, en este caso la Sra. Oliart (Izq) no se habría limitado a la inconducta de permitir al mencionado cineasta participar en un concurso al que no tenía derecho. Lamentablemente no es el único caso. Hace varias semanas el crítico de cine Gabriel Quispe provocó sobre sí una avalancha de adjetivos por el horrible pecado de denunciar que en las películas "Cuchillos en el Cielo" de Alberto "Chicho" Durant y "Casadentro" de Joanna Lombardi, también aparecía la mencionada ex funcionaria como directora de sonido. 

No hay que saber más que sumar y restar para darse cuenta de que estaba impedida por Ley a realizar ese trabajo. ¿A qué se debe que en vez de investigar la denuncia se opte por alaridos descalificando al  que denuncia? A esto se suma una carta privada firmada por Alberto Durant que, al margen del trámite regular, intentaba influir sobre Christian Wiener y Carmen Rosa Vargas,(Izq: Gabriel Quispe) para que se retirara a una jurado de un concurso en que él participaba. Además se permitía proponer que los jurados se escogieran a dedo, tal cual ocurría en buena parte de la gestión al frente del CONACINE de su directora de sonido Rosa María Oliart, época en la que no pasaba por la amargura de ser derrotado en los concursos por desconocidos por la APCP. Christian Wiener y Carmen Rosa Vargas, tal como corresponde, apoyaron a la jurado. 

¿El Sr. Ministro hizo lo mismo? Es una pregunta relevante, si tenemos en cuenta que al Sr. Wiener se le pidió la renuncia luego de que el cineasta (increíble, otra vez en el escenario) Alberto "Chicho" Durant presentara al Ministro Peirano una carta lamentándose por el cese del funcionario Emilio Moscoso,(Izq: Joanna Lombardi), involucrado en una investigación por su aparente responsabilidad en la resolución de contratos con cineastas que no habrían cumplido con rendir las cuentas respectivas frente al CONACINE.
El Sr. Ministro Luis Peirano Falconí (Izq), brilla por su ausencia y por su silencio. Se sabe que hasta ahora no ha iniciado ninguna investigación a la ex Presidenta del CONACINE Rosa María Oliart, que hará lo posible porque no se la investigue, y que intenta pasar por agua tibia la investigación (lamentablemente para él, ya abierta) en contra de Emilio Moscoso. La razón sería muy sencilla: de seguir adelante el proceso a Moscoso e iniciarse el respectivo a Oliart, inevitablemente se verían involucrados cineastas auto considerados como las "vacas sagradas" del cine nacional, y entre ellos su dilecto amigo personal, oh sorpresa, el inefable Alberto "Chicho" Durant.

¿Qué va a hacer el Sr. Ministro? Pues ya comenzó a hacerlo: despedir a Wiener, acosar a Carmen Rosa Vargas hasta que renuncie o sino despedirla él mismo, hacer dormir el sueño eterno a la investigación a Emilio Moscoso (Izq ,ubicado al centro con lentes) e impedir la investigación a Rosa María Oliart. Luego de eso, lo de siempre, los jurados volverán a ser representativos de solo una forma de entender el cine, la de su amigo Chicho Durant y Cía; se hará lo posible por nombrarlos a dedo y se tacharán jurados que no sean aprobados por los "cineastas de verdad." Se pondrá como excusa la falta de recursos para no traer jurados extranjeros. Cineastas amigos, impedidos por las Bases de participar en algún concurso participarán aunque para ello haya que redactar Bases ad hoc. Los contratos de resolución se harán sin prestar atención al buen manejo del dinero público, etc.

Comencé este artículo diciendo:
"Cuando la Ministra de Cultura, Susana Baca, nombró a Christian Wiener como Director de Industrias Culturales y Artes de ese Ministerio, muchos pensamos que la situación del cine y el manejo que de éste se había hecho durante los últimos años podrían por fin cambiar."  

Pero lamentablemente Susana Baca fue reemplazada por Don Luis Peirano Falconí, así que nada va a cambiar.
(*) lacinefilianoespatriota.blogspot.com-22-noviembre-2012.

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