Para Tarantino los Western son grandes descripciones del
bien y del mal. Por ello descubrió que
el alcance y la estructura del género eran adecuados para esta historia
particular de un hombre que se esfuerza en infiltrarse en una conocida plantación
para rescatar a su esposa. “Esto no
podría ser más espeluznante que como fue en la vida real. No podría ser más surrealista de lo que fue
en la vida real. No podría ser más atroz
de lo que fue en la vida real", explica Tarantino. “Es inimaginable pensar
en el dolor y el sufrimiento que ocurrió en este país, eso era perfecto para un
Spaghetti Western. La realidad se
integra en una imagen más grande que puedes concebir para esta historia”.El productor Reginald Hudlin concuerda en que el género
era poco convencional, pero resultó apropiado. “El fluctuante tono moral, las
esquinas oscuras, la compleja moral de FISTFUL OF DOLLARS y las películas de
Corbucci fueron una enorme influencia sobre el estilo narrativo de
Quentin. El intenso estudio que hizo Quentin
sobre el género lo condujo a la inspirada idea de mezclar la narrativa de los
esclavos con el Spaghetti Western para crear una película nunca antes vista”.
Poco después del estreno de INGLOURIOUS BASTERDS,
Tarantino empezó a trabajar febrilmente en el guión de DJANGO SIN CADENAS. Christoph Waltz, ganador de un Premio de la
Academia por su interpretación en BASTERDS, estuvo presente en gran parte del
proceso creativo. “Leí el guión a medida que lo escribía”, recuerda Waltz, que
interpreta al Dr. King Schultz. “Se
desarrolló enfrente de mí, más o menos.
Fui a casa de Quentin, él me sentó ante su mesa y puso las páginas
enfrente, luego me observó mientras lo leía. Fue un ritual maravilloso. Me
conmovió que me dejara participar no sólo en la génesis del guión, sino en su
cadena de pensamiento”. Como temprano fan del Spaghetti Western, Waltz sintió la
cercana conexión del guión con el género.
“La gran época del Spaghetti Western fue justo el momento en que yo empecé
a interesarme por las películas cuando era niño, a finales de los 60, después a
principios de los 70, y de ahí en adelante”.
El nombre “Django” es familiar para los fans de los
Spaghetti Western: Franco Nero interpretó por primera vez al personaje en 1966
en DJANGO. Nero se unió a la producción con
un papel de actor invitado en DJANGO SIN CADENAS. “Para nosotros en Austria, ‘Django’ fue un
nombre familiar. No necesariamente
Franco Nero, sino ‘Django’”, afirma Waltz.
“Cada Spaghetti Western que salía, incluso los más oscuros, en su
versión alemana tenían ‘Django’ en sus títulos, aunque no hubiera un Django en
la trama. Simplemente ponían ‘Django’ porque en cierta forma ésta era la
palabra clave para nombrar el género. Si
veías ‘Django’, sabías que era un Spaghetti Western”.“Me gusta evocar el título Django por lo que significa para los Spaghetti Western y su
mitología”, dice Tarantino. “Además, hay una serie de 40 secuelas copiadas que
no se relacionan con DJANGO y tienen su propio lugar en la historia del
Spaghetti Western. Me enorgullece decir
que nosotros somos una nueva edición de las secuelas no relacionadas con
DJANGO”.
Sin duda el DJANGO original fue tan popular que otras cintas
tomaron prestado su nombre como estrategia de mercadotecnia. Los títulos más
imaginativos incluyen DJANGO, KILL; DJANGO THE AVENGER; VIVA! DJANGO y BALLAD
OF DJANGO, por nombrar algunos.
Tarantino completó su guión el 26 de abril de 2011 y lo
compartió con amigos y colegas. A medida
que se acercaba el “día de la publicación”, los productores empezaron a
organizar la producción. “Cuando
escuchas que Quentin está escribiendo en su casa ya estás un par de meses
atrasado, así que es mejor llamar a todos los participantes. Llamas a Jeff Dashnaw [Coordinador de Acrobacias]; a Mark Ulano [Mezclador de Sonido] y a Heba Thorisdottir [Jefe del
Departamento de Maquillaje]; llamas a todos y les dices que él está cerca de
terminar. Tratas de que estén disponibles
pues somos como una familia, hemos hecho muchas películas juntos y nos encanta
trabajar en colaboración”, afirma la productora Pilar Savone.
La reacción ante el guión fue abrumadora. Hudlin, por
ejemplo, admiró la descripción genuina y honesta de la esclavitud en los años
anteriores a la Guerra Civil. “Debemos
recordar no sólo lo mejor de quiénes somos, sino también lo peor de quiénes
somos”, afirma Hudlin. “Y no seremos capaces de apreciar lo mejor de nosotros
hasta que se conozca y celebre el heroísmo de la gente que afrontó el mal y
luchó contra él. Aunque estos personajes
son ficticios representan a cientos de hombres y mujeres reales, negros, blancos,
que se enfrentaron al mal y dijeron ‘no’”. Con el guión terminado, Tarantino se dedicó a encontrar
los actores adecuados para el elenco.
Jamie Foxx, ganador del Premio de la Academia por su interpretación en
RAY, obtuvo el papel de Django. “Nos reunimos y él simplemente fue magnífico”,
recuerda Tarantino. “Entendió la
historia, el contexto de la trama y la importancia histórica de la
película. La captó al 100%. Es un actor maravilloso y luce perfecto para
el personaje pues tiene cierta cualidad de vaquero. Cuando me reuní con él imaginé que si
hubieran incluido a hombres negros en los años 60 para que protagonizaran
programas de televisión del Oeste, Jamie hubiera tenido su propia serie. Su aspecto sobre un caballo es grandioso y se
ve estupendo con el traje”.
Foxx respondió ante la honesta descripción sobre la
brutalidad del esclavismo. “Fue el guión más increíble que leí en toda mi
vida”, afirma Foxx. “Pensé, ‘¿Quién
tiene las agallas y el conocimiento para narrar esto como realmente fue?’ Pienso que la forma en que él cuenta la
historia, de manera genuina, se siente como si te desgarrara la piel, algo
así. Esto es lo que resulta
emocionante”.
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