La opera prima de Nima Javidi es Melbourne título que no tiene nada que ver con el film que podría ser la esperanza la huida sin un ápice de conciencia, y podría resumir la película como inconsciente y por momentos que carece de nivel de verdad. Nos narran la historia de Amir y Sara, una joven pareja de Teherán que se encuentran atareados en plena mudanza, para partir a Australia, Melbourne. Sin embargo una situación inesperada como la llegada de la niñera de unos vecinos, les encarga una bebe a cuidado por un par de horas, dentro del alboroto no percatan que la bebe no dormía profundamente sino que no respiraba. Amir se siente acorralado, y se empieza a enredar en una cadena de mentiras y del falta de conciencia humana, con la llegada del padre de la bebe quien también esta descontrolado, con una resolución final que se imaginaba.
En realidad Melbourne comienza con un ritmo de alboroto, caótico, es lo mas interesante de la puesta en escena, narrado en su mayoría en el departamento, creando situaciones de angustia, de culpa, de buscar una respuesta a tan espantoso momento que les toca vivir. Esa recreación y la correctas actuaciones, hilvanan la premisa de “todo lo hice por el bien de los dos”. La pareja crea una actuación correcta, en especial Payman Saadi y SNegar Javaherian (Sara) quien se alzo con el premio Astor de plata a la mejor actriz del festival Mar del Plata 2014.
La construcción del film va de lo caótico a lo claustrofóbico, donde se cuestiona hasta donde puede llegar a tejer mentiras tras mentiras, y como el padre de la bebe puede llegar a ser tan poco preocupado y tan perturbador en temperamento, dentro de una cultura religiosa tan extrema como la iraní, el drama se vuelve un melodrama y poco roza la telenovela, empieza a perder peso y se vuelve muy irreal y el final es penosamente evidente. No hay mucho que analizar, mas allá de pensar hasta donde un ser humano puede perder los valores.
Nima Javidi plasma de manera efectista los roles, su visión de la ética y la moral queda en cuestión abierta a una lectura personal. Melbourne es una película de fácil lectura y conexión con un publico masivo sin muchas pretensiones, es correcta en su manufactura, tiene grados intensos de dramatismo y lucha con que lo que es correcto en la vida. Pero en lectura global tiene una falsa verdad oculta, lo inverosímil en la estructura final desmerece el film.
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