Christian Wiener (izq), era uno de los últimos sobrevivientes de la anterior
gestión en el Ministerio de Cultura, de la época en que la cantante
Susana Baca comandaba esa institución. Sin duda, su trabajo ha sido algo
incómodo para algunos, y de ahí que su destitución como director de
Industrias Culturales ha sido aplaudida silenciosamente por unos y
aceptada con recelos por otros. En su gestión ha estado laborando porque
la cultura no sea entendida por el Estado (y el Ministerio de Economía y
Finanzas) como algo accesitario, un adorno, sino como una actividad
central que forma identidad y genera una industria y es un factor
económico. Para él, “la Marca Perú
debería ser eso. En realidad, qué es lo que te vende afuera: ¿el
turismo? Todo el mundo sabe que el turismo es un falseamiento de la
realidad. Hay que apostar por la cultura”.
—¿Cuál era su cargo en el Ministerio?
—Director general de Industrias Culturales y Artes, desde el 12 de agosto de 2011 hasta el 31 de octubre de 2012. (Derecha: Luis Peirano, actual Ministro de Cultura)
—Usted denunció ciertas irregularidades en el ministerio.
—El tema de cine fue clave, porque, obviamente, yo vengo del área de cine, y era posiblemente el tema que más conocía. En el caso de cine, veníamos de una gestión en la que había habido mucha controversia en los gremios de cine. Y una serie de situaciones un poco complicadas que llevaron a la disolución del Conacine. —Que ahora es el Dicine.
—Se transformó en Dicine, y ese nombre no le gustaba al ministro, así que pidió que se retirara. En el tema de cine hay que incluir a Carmen Rosa Vargas, que todavía está en el ministerio. Con Carmen Rosa nos propusimos, en primer lugar, institucionalizar el sector, porque los procesos habían sido muy irregulares, desordenados, y en medio del caos es donde se pueden presentar todo tipo de irregularidades, incluso ilegalidades.
¿Qué plantearon en cine?Lo
primero fue ordenar los procesos de los concursos, tratar de ser más
escrupulosos en el proceso de elección de los jurados, tratar de cerrar
un mal endémico en el país que es el amiguismo. Mucha gente se lo tomó
como un asunto personal. El asunto es que quienes habían manejado antes
el área cinematográfica había sido un grupo de la Asociación de
Productores Cinematográficos del Perú
(APCP), que es donde están algunos cineastas más mediáticos, como
Alberto “Chicho” Durant, Francisco Lombardi (Izq), Augusto Tamayo, Fabrizio
Aguilar… Ellos son un poco los que a través de la entonces presidenta de
Conacine, Rosa María Oliart, habían tomado la batuta y había coincidido
esto con la época en la que había ingresado más dinero y hubo más
concursos. Pero los concursos y los dineros de Ibermedia, que también
manejaba el Conacine, se repartía un poco de manera mayoritaria entre
los mismos, el mismo círculo. Nosotros buscamos que los concursos fueran
con un jurado internacional o un jurado por sorteo. Hicimos el proceso
más escrupuloso. Trajimos jurados de otros países, y ¿qué sucedió?:
solamente dos premios lo obtuvieron personas de la APCP de treinta y
tantos que se han dado; obviamente, la diferencia fue bastante. La
mayoría que ha ganado son óperas primas. Creo que esa es la labor del
Estado, no tanto seguir pagándole las películas a los que han hecho
varias hace años y nadie va a ver sus obras, sino buscar nuevos valores.
—¿Quiénes de los “de siempre” ganaron?
—Los únicos dos, Alberto Durant y Fabrizio Aguilar. También han ganado algunos como Alejandro Legaspi, que es un poco conocido, porque viene del grupo Chasqui; July Naters; Humberto Campodónico (el hijo)…
—¿Quiénes de los “de siempre” ganaron?
—Los únicos dos, Alberto Durant y Fabrizio Aguilar. También han ganado algunos como Alejandro Legaspi, que es un poco conocido, porque viene del grupo Chasqui; July Naters; Humberto Campodónico (el hijo)…
¿Usted cree que fue por eso que lo destituyeron?No
creo que solo fuera por eso. No es el único tema. Digamos que es la
punta del iceberg. El tema es que adicionalmente a esto comenzaron a
aparecer algunos temas en relación a cómo se había manejado Conacine, (Derecha: Rosa Maria Oliart) de
una manera que requería una investigación… Había películas culminadas… y
no se había pedido rendición económica. Adicionalmente, salió una denuncia
de que la expresidenta de Conacine, quien trabajaba en dos o hasta tres
películas que habían recibido premios del mismo Conacine(Iz, cuando ella
estaba de presidenta, (y ella misma había negociado fondos de Ibermedia
para esas películas. Ahí hay, por lo menos, una incompatibilidad.
Legalmente no lo sé, pero éticamente tú no puedes ser presidente de
Conacine, premiar la película y, a la misma vez, participar en esa
película. Acuérdate que ella como funcionaria ha firmado los contratos a
nombre del Estado. ¿Cómo va a garantizar eso siendo parte del mismo
proyecto? Es un tema de conflictos de intereses evidente.
—¿Se merece una investigación?
—Creo que sí, porque son fondos públicos. Y no estamos hablando de poca cosa, sino de 3 millones 400 mil soles. Yo no voy a defenderlo, pero si al general Chacón, el papá de la congresista, lo están acusando por haber destinado 50 mil soles y acá hablamos de temas de 400 mil soles o dólares, por lo menos esto amerita una investigación. Eso debe hacerse para transparentar la gestión, porque lo que genera eso es una sensación de impunidad, que tú puedes hacer lo que te dé la gana porque tienes amigos o influencias. Pero el tema ahí no es tanto ella sola, sino de la gente que se ha beneficiado con ella.
—¿Se merece una investigación?
—Creo que sí, porque son fondos públicos. Y no estamos hablando de poca cosa, sino de 3 millones 400 mil soles. Yo no voy a defenderlo, pero si al general Chacón, el papá de la congresista, lo están acusando por haber destinado 50 mil soles y acá hablamos de temas de 400 mil soles o dólares, por lo menos esto amerita una investigación. Eso debe hacerse para transparentar la gestión, porque lo que genera eso es una sensación de impunidad, que tú puedes hacer lo que te dé la gana porque tienes amigos o influencias. Pero el tema ahí no es tanto ella sola, sino de la gente que se ha beneficiado con ella.
A mí me hicieron por ejemplo una nota bien mala leche
en La República. Una nota que firmó Marco Sifuentes. Que era una nota
sobre problemas laborales en el ministerio, supuestamente. Y después
viene una cuestión sobre un trabajador que era secretario ejecutivo de
Rosa María Oliart y que Carmen Rosa Vargas había decidido no renovarle
el contrato. A partir de eso me habían echado toda la culpa a mí. Yo
sabía del tema, pero igual lo sabían Luis Peirano y Rafael Varón (Izq),
ministro y viceministro, y nadie le dijo que no a Carmen Rosa. Todos
somos responsables. Esa fue una decisión.
—¿Cómo salió del ministerio?
—Me pidieron mi renuncia.
—¿Quién?
—El viceministro Varón. Si es un cargo de confianza, te retiran la confianza y ya fue.
—Pero Varón no le dio el cargo.
—No, me lo dieron en la época de Susana Baca. Pero, en todo caso, el ministro respaldó a Varón. En el fondo es su derecho que quiera trabajar con quien quiera trabajar.
—¿Qué le ha molestado de todo esto?
—Dos cosas. Por un lado, el tema de La República y Marco Sifuentes. Y por otro, el lado del ministerio, que no me respaldó. Me soltaron para que me apanaran, nada más. Me debieron dar la oportunidad de dar mi descargo.
—¿Cómo salió del ministerio?
—Me pidieron mi renuncia.
—¿Quién?
—El viceministro Varón. Si es un cargo de confianza, te retiran la confianza y ya fue.
—Pero Varón no le dio el cargo.
—No, me lo dieron en la época de Susana Baca. Pero, en todo caso, el ministro respaldó a Varón. En el fondo es su derecho que quiera trabajar con quien quiera trabajar.
—¿Qué le ha molestado de todo esto?
—Dos cosas. Por un lado, el tema de La República y Marco Sifuentes. Y por otro, el lado del ministerio, que no me respaldó. Me soltaron para que me apanaran, nada más. Me debieron dar la oportunidad de dar mi descargo.
En el caso de Goldemberg ( Derecha ), el año pasado se presentó para Ibermedia. Yo fui a negociar en Brasil lo de Ibermedia, y ahí ella obtuvo 35 mil dólares
para la financiación de su documental. Se sintió muy molesta por esa
cantidad porque dijo que era muy poco, que estaba aspirando a más.
—¿Qué hizo?
—Me mandó un correo con copia a la ministra, en esa época estaba Susana, diciendo que estaba sorprendida porque le estaban dando poco dinero, que ella merecía más. Creo que estaba pidiendo setenta mil dólares. Le dije que podía presentarse al concurso de documentales el próximo año y completar su presupuesto, pero en marzo de este año se me acerca al ministerio para solicitar que nosotros presentemos un certificado a Ibermedia, diciendo que ha culminado su rodaje.
—¿Por qué pidió eso?
—El ministerio tenía que certificar que había terminado el rodaje para que Ibermedia le diera la plata. Sin embargo, en junio se presenta al concurso del Conacine, pero en la base se mencionaba que no podían presentarse películas que ya estaban avanzadas en rodaje. Lo observa Carmen Rosa Vargas y emite una carta para que impidiera la participación de Goldemberg porque estaba violando las bases. Hubo otros casos, pero solo ella ha movido al bufete Echecopar.
—¿Qué hizo?
—Me mandó un correo con copia a la ministra, en esa época estaba Susana, diciendo que estaba sorprendida porque le estaban dando poco dinero, que ella merecía más. Creo que estaba pidiendo setenta mil dólares. Le dije que podía presentarse al concurso de documentales el próximo año y completar su presupuesto, pero en marzo de este año se me acerca al ministerio para solicitar que nosotros presentemos un certificado a Ibermedia, diciendo que ha culminado su rodaje.
—¿Por qué pidió eso?
—El ministerio tenía que certificar que había terminado el rodaje para que Ibermedia le diera la plata. Sin embargo, en junio se presenta al concurso del Conacine, pero en la base se mencionaba que no podían presentarse películas que ya estaban avanzadas en rodaje. Lo observa Carmen Rosa Vargas y emite una carta para que impidiera la participación de Goldemberg porque estaba violando las bases. Hubo otros casos, pero solo ella ha movido al bufete Echecopar.
Están
tratando de argumentar que ella ha debido participar. Si ella no
hubiera presentado esa carta a Ibermedia, hubiera participado en el
concurso de Conacine. Es una cuestión de angurria… El bufete está
apuntando a tratar de obligar, en un determinado momento, a cuestionar
los concursos. (Izq: Emilio Moscoso, al centro con lentes) .Ojo que si se cuestiona este concurso, habría que hacerlo
con todos, no solo de este año, sino de cinco años atrás. Porque,
supuestamente, lo que ellos llaman vicios son los mismos de años
anteriores.
—Durant salió en defensa del señor al que no se le renovó su contrato. ¿Por qué?
—Él firma la carta de pedido de explicaciones de la salida de Emilio Moscoso. Es el único que aparece con nombre y DNI.
—¿Y qué tiene que ver Durant con Moscoco?
—Nada, sino que Emilio Moscoso los había estado apoyando. Él ha sido el secretario ejecutivo, manejaba las cosas internas, porque Rosa María Oliart era la presidenta.
—¿Él hubiera aceptado que Goldemberg participe?
—Él sí, porque él, trabajando ya en otra área del ministerio, se acercó a decirnos que debía participar Goldemberg. La recomendó.
—Durant salió en defensa del señor al que no se le renovó su contrato. ¿Por qué?
—Él firma la carta de pedido de explicaciones de la salida de Emilio Moscoso. Es el único que aparece con nombre y DNI.
—¿Y qué tiene que ver Durant con Moscoco?
—Nada, sino que Emilio Moscoso los había estado apoyando. Él ha sido el secretario ejecutivo, manejaba las cosas internas, porque Rosa María Oliart era la presidenta.
—¿Él hubiera aceptado que Goldemberg participe?
—Él sí, porque él, trabajando ya en otra área del ministerio, se acercó a decirnos que debía participar Goldemberg. La recomendó.
¿Con qué autoridad?
Con la autoridad de que supuestamente él sí dejaba participar antes.(Derecha: Chicho Durant)
—¿Es posible hacer una investigación?
—Yo creo que sí, si hay una voluntad política, si es una institución del Estado.
—¿Cuánto dinero hay que fiscalizar?
—Ahorita, alrededor de 7 millones y medio; y el año pasado, cinco millones y medio. Hay mucha plata, hay más presiones por ello, hay mucha angurria.PPP P
—¿Es posible hacer una investigación?
—Yo creo que sí, si hay una voluntad política, si es una institución del Estado.
—¿Cuánto dinero hay que fiscalizar?
—Ahorita, alrededor de 7 millones y medio; y el año pasado, cinco millones y medio. Hay mucha plata, hay más presiones por ello, hay mucha angurria.PPP P
rMarco Fernández - Diario La Primera- 27-11-2012.
Redacción
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