El Año del Tigre, un filme con más valor testimonial que artístico en ella, nos narra el punto de vista de un reo llamado Manuel que ha escapado de la cárcel después del terremoto que azotó Chile en febrero del 2010, en su fuga, se encontrará con la desolación, la destrucción y desaparición de su familia por el tsunami que llego después del sismo. (Izq: El director Sebastian Leilo). En la búsqueda de su familia dejará en libertad a un tigre enjaulado para luego encontrarse con un capataz que le propondrá que trabaje en su fundo a cambio de comida y agua, luego los dos hombres se emborracharan y el capataz dará rienda suelta a sus delirios sobre la religión y lo miserable que es su vida, lo cual hará que Manuel tome una drástica decisión.
La propuesta artística del director Sebastian Leilo es
bastante sencilla, pues es solo seguir al protagonista durante todo el metraje
del filme, con un guión casi nulo en dramatismo. La película sobresale en las
imágenes testimoniales sobre la catástrofe que sufrió Chile en 2010 que son muy
poderosas y con una cámara muy nerviosa que se acerca al rostro del
protagonista y nos hace partícipe de su sentir: su pérdida personal, material y
hasta su pérdida de humanidad. La cinta abusa de los tiempos muertos y de
silencios prolongados casi al límite por lo que por suerte no cae en el
aburrimiento.
En cuando a las actuaciones de Luis Dudo y Sergio Hernández son muy profesionales ya que llegan a trasmitir la sensibilidad de sus personajes. Aún con sus fallas, el tratamiento que el director le da al filme es bastante interesante pues no nos muestra un documental sino una película de ficción sobre la realidad misma y que sí llega a transmitir esa perturbación moral en que se encuentra el protagonista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario